Ion Salgado
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

China, recesión, aranceles... y una reconversión eléctrica vital para la automoción

La industria de la automoción es uno de los pilares de la economía vasca, con dos fábricas, las de Mercedes en Gasteiz y Volkswagen en Iruñea, que dan trabajo a unas 10.000 personas. Afrontan una reconversión eléctrica necesaria, amenazada por la competencia china, la crisis alemana y los aranceles.

Imagen de un operario en la cadena de Mercedes-Benz en Gasteiz.
Imagen de un operario en la cadena de Mercedes-Benz en Gasteiz. (Endika PORTILLO | FOKU)

En Hego Euskal Herria hay 190 empresas vinculadas al sector de la automoción, que dan trabajo a más de 26.000 personas, 10.000 de ellas en las plantas que Mercedes-Benz y Volkswagen tienen en Gasteiz e Iruñea. Es uno de los pilares de la economía vasca, supone el 9% de la facturación industrial en la CAV y el 24% en Nafarroa, y se prepara para afrontar el salto del motor de combustión a los nuevos modelos eléctricos. Una reconversión amenazada por la desaceleración de la locomotora alemana, la competencia de China y una política arancelaria liderada por Estados Unidos. Una triada.

Ricardo Bustillo Mesanza, profesor titular del Departamento Políticas Públicas e Historia Económica de EHU, es rotundo al señalar que la economía de Alemania «está claramente en recesión. Pero el Gobierno de coalición –formado por la CDU de Friedrich Merz y el SPD– está preparando una serie de medidas de estímulo que incluyen un plan industrial que tiene por objetivo no volver a cometer los errores del último decenio, de poca innovación, de poca inversión en nuevas tecnologías, en digitalización, en inteligencia artificial... cosa que sí ha hecho China».  

Según explica a NAIZ, «en la manufactura quien se adelanta gana, y el que ha llegado primero en el automóvil eléctrico es China». «Tiene un número importante de empresas que fabrican mucho más barato y fabrican con calidad», detalla antes de destacar que el gigante asiático «tiene unas ventajas competitivas bastante superiores a la industria automovilística europea». Señala que la estrategia china se basa en «una política integral de subvención a la extracción de minerales y de rebaja del precio... y eso no se ha hecho en la UE, ni de lejos. Aquí se ha confiado en la capacidad de las grandes empresas del automóvil europeo, y en precio no pueden competir». Reconoce que hay «productos interesantes» fabricados en Europa, «pero en lo que se refiere a la competitividad quedan todavía lejos de la manufactura china. El producto chino ya no es ese producto de mala calidad del que se hablaba antes, sino más bien lo contrario, sobre todo en el vehículo eléctrico».

Conscientes del peligro, Estados Unidos y Canadá han decidido aplicar un arancel del 100% a los coches eléctricos importados desde China, lo que se traduce «básicamente en prohibir la importación», en palabras de Bustillo. Y Europa ha decidido subir el arancel al 25%. «Y quizás suban más», apunta antes de recordar que China ha empezado a ubicar centros de ensamblaje en estados de la UE para esquivar los gravámenes, algo que ya ha ocurrido en Catalunya con la marca Ebro, con un modelo híbrido enchufable. «No deja de ser una empresa china que localiza el ensamblaje con componente chinos». A su juicio, la inversión de multinacionales chinas en Europa irá en detrimento de firmas propias, y «eso supondrá una pérdida económica, no sé si relevante, pero una pérdida económica evidente».

Además, la política arancelaria y el neoproteccionismo abanderado por Washington juegan en contra de países como Alemania o Euskal Herria, dos economías que «están más volcadas al exterior por depender más de la actividad industrial y de la exportación basada en la actividad manufacturera, como los componentes del automóvil».

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Electrificación

Ante esta situación, Bustillo apuesta por avanzar en el desarrollo de modelos eléctricos en las plantas de automoción ubicadas en Euskal Herria, y se centra en el caso de Mercedes-Benz al remarcar la importancia de ofrecer al consumidor furgonetas híbridas y eléctricas. «La típica furgoneta de portes en áreas urbanas o periurbanas, híbridas o eléctricas para un uso diario, con una disponibilidad de carga que ya prácticamente existe en las tres capitales, va a ser el productor estrella del futuro. Y lo importante, desde el punto de vista de la economía vasca, es que se localice la fabricación en Vitoria».

Mercedes-Benz ya está dando pasos en ese camino, y en primavera presentó, precisamente en China, la Visión V, la nueva furgoneta eléctrica. La apuesta no es sencilla ya que hay que adaptar las líneas de producción de «una manera radical para sustituir la fabricación de un elemento de combustión por uno eléctrico». Se trata de una «reconversión implícita» que requiere del desarrollo de una nueva industria auxiliar en el entorno, dedicada a la fabricación de baterías. «Sería lo ideal, y también tener un acceso a los minerales precisos para producir esas baterías a buenos precios. Esa es una de las ventajas competitivas con las que cuenta la industria china», remarca, y recuerda que hay empresas que cuentan con capital público que «están fabricando ya baterías».

Basquevolt, donde participan Lakua, Iberdrola, Cie Automotive, Enagas, Inno y CIC Energigune, así como el Gobierno español y la UE, es sin duda uno de los principales proyectos vinculados al desarrollo de baterías. En opinión de Bustillo, se trata de un «proyecto estratégico a medio plazo, pero no sé si a corto plazo tendrá capacidad para suministrar directamente a una empresa como Mercedes. Sería ideal que fuera así, pero lo dudo». No obstante, pone en valor esta iniciativa para «tratar de favorecer aquellas actividades que tengan un efecto de tracción o se consideren prioritarias». A este respecto, señala que la entrada de capital público en aquellas actividades prioritarias «es otro elemento a tener en consideración», y defiende una «intervención más directa».  

Planta de Volkswagen en Landaben. (Iñigo URIZ/FOKU)
Planta de Volkswagen en Landaben. (Iñigo URIZ/FOKU)

El futuro de Landaben

Nafarroa, concretamente la comarca de Iruñerria, es otro lugar a tener en cuenta al hablar de automoción. En el polígono de Landaben se encuentra la fábrica de Volkswagen y, cerca, en Noain, la empresa surcoreana Mobis construye una planta de 50.000 metros cuadrados que producirá hasta 360.000 sistemas de baterías al año. «Es un proyecto muy interesante», afirma Amaya Erro, doctora por la UPNA y catedrática que forma parte del Club de directores de I+D de la UPNA y de CEO Club de directores generales creado por el Consejo Social de la UPNA, que incide en que «uno de los temas que más preocupa» es que la Administración haga la infraestructura de carga requerida para suministrar energía a los vehículos eléctricos, que impulse «corredores limpios de transporte».

Se trata de un paso relevante para adaptar la demanda y favorecer la transformación de las fábricas. En el caso de Volkswagen Navarra, donde trabajan 4.500 personas, se preparan para construir dos nuevos coches eléctricos, uno de la marca Volkswagen y otro de Skoda, con los que aspiran a superar de nuevo los 300.000 vehículos anuales. Un reto que, a corto plazo, tiene un inconveniente: la aplicación de un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE). «Pero no es preocupante en el sentido de que la idea es una reducción temporal de la plantilla para ampliar la producción en 2026. El problema sería si no hubiera nuevo modelos», subraya, y hace hincapié en que «tenemos una planta que tiene mucha calidad y la productividad es muy buena. En volumen es la cuarta planta del grupo Volkswagen. Y es la primera fuera de Alemania donde se hace la transformación eléctrica».

Erro resta importancia al ERTE de Volkswagen en Iruñea: «El problema sería si no hubiera nuevo modelos»

Sostiene que «hay una vinculación muy directa entre lo que pasa en Alemania y lo que pasa en Navarra; y ahora mismo las noticias no son buenas». Pero se muestra optimista porque «hay inversiones importantes aquí». En este sentido, cita otro proyecto que el grupo alemán desarrolla en la planta de Landaben, como es la Volkswagen Academy. «Se imparte formación para el trabajado en activo y tiene un proyecto de formación dual, la idea del aprendiz. Ese tipo de apuesta formativa es señal de confianza de que la calidad y la productividad es buena».

De cara a futuro, considera que la Unión Europea debe abordar con premura de un plan de acción industrial para el sector de la automoción, en lugar de hablar de «grandes planes que requieren mucho tiempo». No en vano, el viejo continente y el club de los Veintisiete llevan demasiado tiempo discutiendo del marco regulador, y «el exceso de regulación y control ha afectado negativamente a la innovación». «En todo lo que tiene que ver con la tecnología hemos perdido un tiempo muy valioso que China ha aprovechado», manifiesta.