INFO

El buque Aita Mari completa el desembarco de 112 personas en el puerto siciliano de Augusta

El buque Aita Mari ha completado este mediodía en el puerto siciliano de Augusta el desembarco de 112 migrantes rescatados en el mar Mediterráneo, en una de los operativos más complicados que han tenido que llevar a cabo, según ha reconocido la ONG que fleta el barco, que prepara una nueva misión.

Desembarco de rescatados por el Aita Mari en el puerto de Augusta. (SALVAMENTO MARÍTIMO HUMANITARIO)

El buque Aita Mari ha arribado al puerto siciliano de Augusta, donde ha llevado a cabo el desembarco de prácticamente todos los migrantes que transportaba a bordo tras su rescate en aguas del Meditérraneo. Según informan los medios del grupo EITB, que tiene un periodista en el barco, la operación ha sido mucho más ágil de lo que se esperaba.

En el barco se encontraban 112 personas migrantes que habían sido rescatadas en varias operaciones que han realizado en aguas del Mediterránea central, entre Libia y Europa.

Primero han desembarcado los menores y familias, y después todos los demás. A la salida del barco han sido sometidos a una rápida revisión médica y a la prueba del covid.

El buque de la ONG Salvamento Humanitario Marítimo recibió ayer miércoles el permiso de las autoridades italianas para desembarcar en Sicilia, después de varios días en los que no había contestado a este requerimiento. El primer rescate se produjo el 14 de junio, y desde entonces los migrantes estaban en el barco. Este retraso ha supuesto «una espera innecesaria y sufrimiento añadido donde la asignación de puerto era ya inexcusable», según la ONG que ha fletado el Aita Mari. 

Preparar una nueva misión

«Pese a la innecesaria demora debido a la mala coordinación entre los diversos países, queremos agradecer a las autoridades la concesión de puerto. Esta misión de rescate ha supuesto un gran reto para la ONG Salvamento Marítimo Humanitario y la tripulación del buque Aita Mari», han destacado.

En breve, el buque partirá hacia Castelló para acometer labores de mantenimiento preventivo y renovar certificados. Al finalizar estos trabajos, emprenderán una nueva misión. «Nos gustaría decir que no será necesario volver al rescate, pero lamentablemente nuestra labor sigue siendo imprescindible para evitar muertes en el Mediterráneo. Porque las vías seguras siguen sin existir», denuncian.