XANDRA ROMERO
SALUD

Redes sociales e imagen corporal

Las personas con problemas de imagen corporal se sienten preocupadas, angustiadas e infelices por su apariencia, peso o forma. Lo cierto es que, aunque parezca que nos referimos a lo que podría considerarse como un simple complejo, la insatisfacción corporal de este tipo causa una gran angustia y puede ocasionar graves problemas psicológicos y físicos; por ello se ha identificado como un serio problema de salud pública.

Probablemente uno empieza a construir su imagen corporal durante la preadolescencia, cuando nos empezamos a comparar con nuestros iguales y con quienes son un referente para nosotros. En este sentido, las fotografías que ilustran las revistas y las imágenes de televisión que muestran a mujeres delgadas y atractivas o a hombres musculosos y delgados siempre ha sido una dificultad añadida a la hora de construir una autoimagen saludable, puesto que realzan los ideales estéticos sociales. Ahora, además, los niños, los preadolescentes y los jóvenes tienen un acceso prácticamente libre y continuo a las redes sociales, que pueden resultar tóxicas para la imagen corporal puesto que son altamente visuales y porque identifican la apariencia como un elemento fundamental para obtener éxito (ser mejor valorado, tener más seguidores...).

Está comprobado que las personas pasan una gran cantidad de tiempo comprobando su apariencia en comparación con los demás (amigos, compañeros y celebridades), y pasan también mucho tiempo hablando sobre su apariencia en redes sociales. Por suerte, aunque también por desgracia en cierto modo, existen ya numerosos y rigurosísimos estudios de investigación que han querido evaluar y examinar la peligrosa relación existente entre el uso de redes como Facebook o Instagram y la imagen corporal en niñas y adolescentes.

Dichos estudios, además de ser muy recientes, han sido publicados en revistas científicas de importancia como “International Journal of Eating Disorders” y “Body Image”, entre otras. Así en una investigación que valoró la relación a través del tiempo (durante dos años) entre el uso de Facebook y la inquietud por la imagen corporal de 438 niñas de entre 8 y 9 años y de entre 13 y 15 años concluyó que la preocupación iba in crescendo. De hecho, el número de amigos de Facebook predice, a la larga, el incremento en el impulso de adelgazamiento. De este modo, se concluyó que las “amistades” de Facebook representan una potente fuerza sociocultural que incide en la imagen corporal de las adolescentes.

Otro estudio publicado en el mismo año tenía como objetivo examinar la relación entre la exposición a Internet y la preocupación por la imagen corporal en las adolescentes, centrándose también en la red social Facebook. En este caso evaluaron a 1.087 niñas de las mismas edades que el estudio anterior y encontraron que el tiempo empleado en la red se relacionó significativamente con la internalización del ideal de la delgadez, la vigilancia del cuerpo y el impulso hacia la delgadez. Asimismo, los usuarios de Facebook obtuvieron una puntuación significativamente más alta en todas las medidas de preocupación por la imagen corporal que los no usuarios.

Un tercer estudio intentó identificar las características específicas de sites como Facebook e Instagram al evaluar a mujeres más adultas (18 a 29 años) y hallaron que el uso de estas dos redes estaba específicamente relacionado con la preocupación por la imagen corporal de las mujeres jóvenes. Específicamente, una mayor participación en las actividades fotográficas centradas en el cuerpo se asoció con una mayor internalización del ideal de la delgadez, de la vigilancia corporal y del control de la delgadez.

A la luz de estos datos, es preciso que los padres y las madres tengan en cuenta también este tipo de sitios web a la hora de aplicar el control parental o, al menos, que sean conscientes de sus efectos sobre la autoestima y autoimagen de sus hijos e hijas a fin de evitar futuros trastornos de alimentación.