Urkullu fuerza a hacer los trámites electorales en el mes de agosto
El lehendakari Iñigo Urkullu anunció ayer la convocatoria de elecciones autonómicas el 25 de setiembre, al entender que la legislatura está acabada, afirmar que su programa está cumplido y alegando la necesidad de alejar los comicios de la inestabilidad española. Pero lo cierto es que su decisión obliga a hacer todos los trámites en agosto.
La Asamblea Nacional del PNV eligió el pasado 7 de mayo sus candidaturas para las elecciones autonómicas. El resto de formaciones tienen definidos algunos puestos y muy en el aire otros muchos. Pues bien, la decisión comunicada ayer por el lehendakari de que convoca los comicios para el 25 de setiembre, fuerza a que todos esos trámites deban hacerse durante el mes de agosto. Y no es una cuestión menor. Las listas de cada territorio han de presentarse entre el 17 y el 22 de agosto, y para ello es necesario que cada candidato aporte su documentación personal, algo difícil de hacer cuando, por ejemplo, hoy mismo hay ya una gran cantidad de personas marchándose de vacaciones.
La convocatoria no solo va a forzar a los partidos a estar de guardia cuando no lo tenían previsto, sino que también va a exigir un sobreesfuerzo a la parte de la Administración de la que depende el desarrollo de las elecciones, así como a los miembros de la judicatura que formen parte de las juntas electorales o de los tribunales que deban resolver los diversos recursos que pueden producirse.
Iñigo Urkullu ya amagó en abril con la posibilidad de un adelanto electoral. Aunque ayer mismo insistió en intentar hacer ver aquello como una cuestión de los medios de comunicación, lo cierto es que fue el propio lehendakari quien habló de la posibilidad.
Pero antes, en enero de este año, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, comenzó a hablar de un adelanto electoral a primavera para así poder afrontar mejor la redacción y aprobación de los presupuestos. Esto no fue posible por la repetición de las elecciones a Cortes el 26 de junio. Pero ahora se ha abierto la oportunidad, que además le permite al PNV coger al resto de partidos con el pie un tanto cambiado, cuando tenían interiorizada la fecha del 23 de octubre para ir a las urnas.
En Euskal Herria nunca se han celebrado elecciones en setiembre, y el PNV resulta ser ahora el único partido que lo tiene todo preparado para este caso.
Las razones de Urkullu
El lehendakari, Iñigo Urkullu, adujo principalmente el «escenario de inestabilidad e incertidumbre en España» para convocar las elecciones el 25 de setiembre. Afirmó que acabó de tomar la decisión anteayer, cuando acabada la ronda de «Don Felipe VI» observó que Mariano Rajoy aceptaba intentar formar gobierno pero sin unos plazos claros. Entre las hipótesis manejadas es que, como todavía tiene que negociar, pueda ir a la investidura la tercera semana de agosto. Si no logra ser investido, comenzaría a correr el plazo de dos meses antes de disolver las Cortes o intentar nuevas propuestas, movimientos que se darían en torno al previsto 23 de octubre.
Urkullu destacó que cuando en meses anteriores se especuló con hacer coincidir elecciones autonómicas y estatales, la mayoría de los partidos y opinantes se mostraron en contra.
El lehendakari señaló también que el jueves tuvo lugar el último pleno del Parlamento de Gasteiz que, en cualquier caso, no iba a volver a la actividad. Sostiene también que tiene cumplido el calendario legislativo y buena parte de su programa de gobierno.
Iñigo Urkullu convocó ayer al Consejo de Gobierno a las 13.30 para darles cuenta de su decisión, que luego trasmitió a otros líderes políticos e institucionales. El BOPV publicará el martes la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones.