
A pesar de la demora del Gobierno israelí para rubricarlo y aun con los sectores más reaccionarios de Tel Aviv maniobrando en contra, esta mañana entra en vigor el alto el fuego en Gaza. Comenzará en concreto a las 07.30, hora de Euskal Herria, según informó ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar en su cuenta de la red social X y fue confirmado posteriormente por el Ejército sionista.
La tregua nace frágil, y nadie es ajeno a que habrá intentos de provocar que no recorra el trayecto negociado entre ambas partes, pero si todo se desarrolla como debe, supondrá un innegable alivio para la población gazatí después de quince meses de ofensiva inclemente del Ejército israelí.
Lo que no va a lograr es ahuyentar la incertidumbre y el miedo respecto al futuro, más aún cuando Israel ha seguido bombardeando Gaza hasta el último segundo, causando más de 120 fallecidos desde que se anunció el acuerdo y dejando clara su vocación genocida, ni aligerar el dolor provocado por las decenas de miles de víctimas y la destrucción causada en este tiempo.
Intercambio de cautivos
Con todo, el futuro inmediato de los habitantes de la Franja va a estar condicionado por el éxito de esta iniciativa, igual que el de cerca de dos mil personas que permanecen cautivas a manos de Israel o de los grupos armados palestinos. Y es que Egipto confirmó ayer que en la primera fase del acuerdo de alto el fuego estos liberarán a 33 ciudadanos israelís a cambio de «más de 1.890» prisioneros palestinos en el Estado sionista –otras fuentes mencionaron la cifra de 1.904–. Según la prensa israelí, hoy mismo se producirá el primer intercambio: 95 palestinos a cambio de tres israelíes, que - fuentes de la cadena pública Kan estiman que se trata de tres mujeres, todas civiles.
Según indicaron algunas agencias, los casi dos mil prisioneros palestinos a liberar durante los próximos 42 días comprenden a 1.167 personas detenidas desde el estallido de la ofensiva sobre Gaza el 7 de octubre de 2023 más otros 737 presos que ya estaban previamente en la cárcel, entre los que se encontraría por ejemplo el antiguo comandante del brazo armado del partido palestino Al Fatá en Yenin, Cisjordania, Zakaria al Zubaidi, según la lista publicada por el Ministerio de Justicia de Israel.
A cambio, como se ha dicho Hamas se ha comprometido a liberar en esta primera fase a 33 de los 98 rehenes en poder de las milicias palestinas, en el comienzo de un goteo de liberaciones durante cada sábado o domingo y que culminará en la sexta semana, con la puesta en libertad de 14 rehenes, explicó ayer el “Times of Israel”.
De los 251 secuestrados el 7 de octubre de 2023, cuando las milicias palestinas lanzaron una incursión sobre Israel en la que mataron a 1.200 personas, 94 siguen en Gaza y las autoridades estiman que al menos 34 están muertos.
Que cesen los bombardeos
Esto ocurrirá si todo se desarrolla según lo previsto, y desde el lado palestino advertían ayer de que los ataques, incesantes e inclementes del Ejército israelí no lo estaban facilitando. En este sentido, El brazo armado del movimiento islamista palestino Hamas, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, así como Yihad Islámica, han exigido a Israel que ponga fin a los bombardeos en Gaza durante los preparativos para comenzar a liberar a los rehenes que tienen en sus manos.
Abú Hamza, portavoz militar de Yihad Islámica, advirtió a Israel de que sus constantes bombardeos de las últimas horas están poniendo en peligro las vidas de los rehenes y que «estos ataques nos llevan por dos caminos: o las familias de los prisioneros sionistas reciben a sus hijos en sus hogares, o los reciben en ataúdes».
«La elección está solo en manos del Ejército sionista», insistió en una declaración publicada en su cuenta de Telegram sobre el primer intercambio de prisioneros.
Horas antes, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abú Obaida, se pronunciaba en los mismos términos tras denunciar bombardeos que habían dejado unos 23 palestinos muertos en Gaza en las últimas 24 horas y a menos de un día del inicio del alto el fuego.
«En este momento, cada agresión y bombardeo en este momento por parte del enemigo podría convertir la libertad de un prisionero en una tragedia», apostilló.
Familiares emplazan a Netanyahu
En este contexto, los familiares de los 98 israelíes que permanecen a manos de las milicias palestinas en Gaza –cuatro de ellos desde hace años– hicieron ayer un «llamado urgente» a Netanyahu para que garantice la implementación de todas las fases del acuerdo de alto el fuego, libere a todos los cautivos y que se abstenga de reanudar la ofensiva pasados 42 días, como le piden los sectores más ultras.
«Las familias de los 98 rehenes damos la bienvenida al acuerdo destinado a traerlos a todos a casa. Esto representa un avance significativo y crucial que nos acerca al momento en que veremos a todos los rehenes regresar a casa», dijo el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos. «Hacemos un llamado urgente para que se tomen medidas rápidas que garanticen todas las fases del acuerdo, y enfatizamos que las negociaciones para las próximas fases deben comenzar antes del día 16», añadió.
Y es que el documento firmado en Qatar por ambas partes establece que el día 16 de la primera fase, Hamas e Israel empiecen a negociar sobre las dos etapas siguientes, pero muchos familiares temen que cualquier percance haga que Israel reanude sus ataques sobre Gaza, y que a consecuencia de ello los otros 65 cautivos israelíes no sean liberados.

PODER JUDÍO ABANDONA EL GOBIERNO
Los seis parlamentarios de Poder Judío, la formación del ministro ultraderechista Itamar Ben Gvir, abandonarán hoy la coalición de Gobierno de Israel en protesta por el acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza, lo que hará al primer ministro, Benjamín Netanyahu, perder la mayoría parlamentaria. En un comunicado, ayer anunció que dejará la coalición «a la luz de la aprobación del arriesgado acuerdo con la organización islamista Hamas».
Entre quienes dimitirán se encuentran los ministros Itamar Ben Gvir, líder del partido y titular de Seguridad Nacional; Yitzhak Wasserlauf, ministro de Desarrollo del Néguev y la Galilea; y Amichai Eliyahu, a cargo de la cartera de Patrimonio.
La retirada de los seis electos de Poder Judío deja la coalición de Gobierno en 59 diputados, menos de los 61 necesarios para lograr la mayoría en la Cámara, si bien la oposición no tiene apoyos suficientes para hacerse con el Ejecutivo.
El jueves, Gvir había dicho que volverá al Gobierno si se retoma la ofensiva militar en Gaza, lo que implicaría el final del alto el fuego al término de su primera fase, de 42 días. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien junto a Gvir se ha opuesto a cualquier alto el fuego y votó en contra del acuerdo, también había amenazado con dejar el Ejecutivo si no se compromete a continuar con los ataques una vez termine la primera fase de la tregua.
Netanyahu ha mantenido al menos cinco reuniones con Smotrich estos días para evitar que abandone el Gobierno, ofreciéndole incrementar la presencia de Israel en Cisjordania ocupada. De perder el apoyo de Sionismo Religioso (el partido de Smotrich), el Gobierno sí correría el riesgo de caer. Sin embargo, el líder de la oposición, Yair Lapid, ofreció a Netanyahu su apoyo como una «red de seguridad» en caso de que esto ocurriera para que el acuerdo pueda implementarse.

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