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Cientos de personas quitan las barreras que bloquean el paso de Irun a Hendaia

Cientos de personas se han encontrado en el puente peatonal que une Irun y Hendaia. La mitad de la manifestación partió del sur de la muga y la otra mitad, desde el norte. La protesta cuestionaba el cierre de la frontera que ha costado ya nueve vidas. 

Momento en el que han quitado las vallas.
Momento en el que han quitado las vallas. (Iñigo URIZ | FOKU)

«Nos hemos reunido aquí porque este 1 de noviembre de 2022 marca el primer día de un nuevo periodo de control fronterizo entre Irun y Hendaia», ha explicado la portavoz de la protesta que, bajo el lema, ‘Mugak apurtu, zubiak eraiki’, ha retirado las vallas que bloqueaban el paso del puente peatonal que une Irun y Hendaia.

La protesta ha comenzado a las 18.30 horas. Dos grupos de unas 200 personas cada uno han partido desde Irun y Hendaia respectivamente y han acudido al puente peatonal, cerrado con unas vallas metálicas. 

Una vez allá, han levantado las barreras y las han apartado, sin que se registraran incidentes con las autoridades. Ya con las vallas retiradas, se ha procedido a la lectura de un manifiesto exigiendo la eliminación de estos muros y la libre circulación de personas. En ese escrito, se ha recordado que las principales autoridades implicadas, tanto el lehendakari Iñigo Urkullu, como el presidente de la Eurorregion, Alain Rousset, han pedido la supresión de estos acordonamientos.

«Hemos decidido pasar de las palabras a los hechos. Hemos abierto este puente. Lo hemos conseguido. Lo que las autoridades han pedido, lo hemos hecho nosotros», han proclamado. 

Según han denunciadi, el Estado francés ya lleva años bloqueando el paso. «Ya sea por cuestiones de terrorismo, covid y ahora la guerra de Ucranaia, cada seis meses Francia encuentra un nuevo pretexto falso para mantener sus controles racistas». En los útimos dos años, al menos nueve personas han muerto a causa de esta frontera que ha vuelto a cerrarse. La mayoría de ellas, lanzándose al Bidasoa para tratar de cruzar a nado. «Para poder llegar cada vez se arriesgan más: caminando por las vías del tren, por el arcén de la autopista o saltando al río Bidasoa», han denunciado.

Y ahora, además, la Gendamería ha comenzado a patrullar la orilla y a detener a los migrantes conforme salen del agua.

Frente a esta política discriminatoria y «racista» a ojos de los activistas que han reabierto el paso, existen peticiones reiteradas de líderes políticos solicitando la reapertura inmediata. Así, el 3 de octubre fue el Ejecutivo de la Eurorregion el que solicitó la reapertura. Dos días después, en una reunión fronteriza, lo solicitaron Iñigo Urkullu y Jean-René Etchegaray (lehendakari y presidente de la Mancomunidad). Finalmente, el día 22 hizo una petición en el mismo sentido Alain Rousset, presidente de Nueva Aquitania.

Compromiso

Las dos columnas han salido en respuesta a un llamemiento del sindicato LAB, que considera estos controles como «ilegales y racistas». El lema de la convocatoria ha sido ‘Mugak apurtu, zubiak eraiki’, y había obtenido el respaldo de CGT, CFDT, Solidaires, Unsa, Irungo Harrera Sareak, Etorkinekin-Diakite, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Bizi, Attac, Sos Arrazakeria, Ehun, Xuti Gaztek, Intziri, Bagera, EH Bai y EE-Berdeak.

Los solidarios han abandonado el lugar dejando el puente de nuevo abierto, aunque han tenido noticias de que las autoridades han ordenado volver a colocar las vallas.