Pepe Mujica en su residencia, una vez ya retirado.
Pepe Mujica en su residencia, una vez ya retirado. (Ximena BORRAZAS | EUROPA PRESS)
Pepe Mujica en un evento en Buenos Aires, en 2018.
Pepe Mujica en un evento en Buenos Aires, en 2018. (Roberto ALMEIDA AVELEDO | EUROPA PRESS)
La ficha de preso político de Pepe Mujica, doce años de cárcel y aislamiento.
La ficha de preso político de Pepe Mujica, doce años de cárcel y aislamiento.
Pepe Mujica, a la izquierda, en el Colegio de los Padres Conventuales luego de su liberación.
Pepe Mujica, a la izquierda, en el Colegio de los Padres Conventuales luego de su liberación. (FOTÓGRAFOS DE LA AGENCIA CAMARATRES)
Pepe Mujica, en Donostia en 2015.
Pepe Mujica, en Donostia en 2015. (Juan Carlos Ruiz | Foku)
Topolansky, junto a Mujica en Donostia en 2015, recibidos por Juan Karlos Izagirre.
Lucía Topolansky, junto a Mujica en Donostia en 2015, recibidos por el alcalde Juan Karlos Izagirre. (Jon Urbe | Foku)
El lehendakari, Iñigo Urkullu, junto al presidente de Uruguay, José Mújica. (Raul BOGAJO/ARGAZKI PRESS)
El lehendakari Iñigo Urkullu, junto al presidente de Uruguay, José Mújica. (Raul BOGAJO/ARGAZKI PRESS)
Pepe Mujica y Lucía Topolansky, con los candidatos de EH Bildu. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Pepe Mujica y Lucía Topolansky, en una reunión con candidatos de EH Bildu. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Pepe Mujica concectó por video conferencia con la presentación del libro en Donostia.
Pepe Mujica en la presentación por videoconferencia del libro 'Semillas al viento'. (Jon URBE | FOKU)
Con la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en junio de 2010, en el Parque Nacional Aarón de Anchorena.
Con la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en junio de 2010, en el Parque Nacional Aarón de Anchorena. (PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA | CASA ROSADA | WIKIMEDIA COMMONS)
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, en una visita a Uruguay durante el mandato de Mujica.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, en una visita a Uruguay durante el mandato de Mujica. (Vince ALONGI | US EMBASSY MONTEVIDEO | WIKIMEDIA COMMONS)
El presidente de Chile, Sebastián Piñera; Rafael Correa, presidente de Ecuador; José Mujica y Lucía Topolansky; la presidenta argentina Cristina Fernández; y el presidente de Bolivia, Evo Morales, en las exequias de Néstor Kirchner en octubre de 2010.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera; Rafael Correa, presidente de Ecuador; José Mujica y Lucía Topolansky; la presidenta argentina Cristina Fernández; y el presidente de Bolivia, Evo Morales, en las exequias de Néstor Kirchner en octubre de 2010. (PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA | CASA ROSADA | WIKIMEDIA COMMONS)
La presidenta brasileña Dilma Rousseff recibe al presidente Mujica en el Palacio do Planálto.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff recibe al presidente Mujica en el Palacio do Planálto. (Antonio CRUZ | ABr | WIKIMEDIA COMMONS)
Visita a la Casa Blanca durante el mandato de Barack Obama.
Visita a la Casa Blanca durante el mandato de Barack Obama. (OFFICE OF THE WHITE HOUSE | WIKIMEDIA COMMONS)
Mujica con los jefes de Estado de los países de UNASUR en la Declaración de Cochabamba para mostrar su apoyo al presidente Evo Morales.
Mujica con los jefes de Estado de los países de UNASUR en la Declaración de Cochabamba para mostrar su apoyo al presidente Evo Morales. (CANCILLERÍA DE ECUADOR | WIKIMEDIA COMMONS)
Escolares saludan al presidente Mujica en 2013.
Escolares saludan al presidente Mujica en 2013. (BICENTENARIO URUGUAY | WIKIMEDIA COMMONS)
Junto al presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén en la firma del Acuerdo de Paz de Colombia.
Junto al presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén en la firma del Acuerdo de Paz de Colombia. (PRESIDENCIA EL SALVADOR | WIKIMEDIA COMMONS)
El president de la Generalitat, Pere Aragonès; la consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret; José 'Pepe' Mujica y  Lucía Topolansky mantienen un encuentro en Montevideo.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès; la consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret; José 'Pepe' Mujica y Lucía Topolansky mantienen un encuentro en Montevideo. (Arnau CARBONELL | GOVERN)
Encuentro de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), con el presidente brasileño Lula da Silva.
Encuentro de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), con el presidente brasileño Lula da Silva. (PALÁCIO DO PANALTO | WIKIMEDIA COMMONS)
El presidente argentino Alberto Fernández con Mujica y Topolansky en 2023.
El presidente argentino Alberto Fernández con Mujica y Topolansky en 2023. (CASA ROSADA | WIKIMEDIA COMMONS)
Encuentro con Lula da Silva en enero de 2023.
Mujica y Lula da Silva en el Volkswagen Escarbajo del expresidente uruguayo. (Ricardo STUCKERT | PALÁCIO DO PLANALTO | WIKIMEDIA COMMONS)
Con Vladimir Putin y Cristina Fernández en la primera visita del presidente ruso a Argentina.
Con Vladimir Putin y Cristina Fernández en la primera visita del presidente ruso a Argentina. (PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA | CASA ROSADA | WIKIMEDIA COMMONS)
Marcel Pena
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Fallece Pepe Mujica, el guerrillero de raíces vascas que llegó a presidente de Uruguay

Uruguay llora la muerte de José ‘Pepe’ Mujica, uno de los presidentes más queridos y más carismáticos del país latinoamericano. Iniciado en el MLN-Tupamaros y pasando 14 años en la cárcel, Mujica también tuvo tiempo de visitar Euskal Herria, país de sus ancestros.

Pepe Mujica, durante el XI Congreso del Movimiento de Participacion Popular, en marzo de 2023.
Pepe Mujica, durante el XI Congreso del Movimiento de Participacion Popular, en marzo de 2023. (Pablo PORCIUNCULA | AFP)

El expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica ha fallecido este martes en Montevideo, a los 89 años de edad, como consecuencia del cáncer de esófago que se le descubrió en abril de 2024. Así lo ha confirmado el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, en la red social X.

 

 

Su partido, el Frente Amplio, ha destacado que «hoy despedimos a un hombre, pero abrazamos una historia que nos marcará para siempre.Nos recordó que la política no es un cargo, sino una causa».

El izquierdista Movimiento de Participación Popular, fundado por exguerrilleros tupamaros, también ha querido despedir a quien fuera su compañero de lucha con este vídeo.

 

Conocido mundialmente por su etapa al frente del país latinoamericano y su oratoria calmada pero siempre afilada, Mujica deja atrás décadas de lucha armada, represión y un eterno amor por la Euskal Herria que habitaron sus antepasados.

Nacido en la capital uruguaya el 20 de mayo de 1935, en los años 60 Mujica se integró en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros bajo el alias de ‘Facundo’ al mismo tiempo que seguía trabajando el campo en su chacra, siguiendo la estela de su padre y su abuelo. Tras pasar a la clandestinidad y después de huir dos veces de la cárcel, el joven guerrillero acabó pasando 14 años de su vida en prisión, los últimos 13 de forma ininterrumpida entre 1972 y 1985. Ahí fue sometido a la incomunicación y la tortura durante la dictadura cívico-militar uruguaya.

La cárcel marcó profundamente el pensamiento del, a la postre, presidente del país. «Mi personalidad no sería la que fue después si antes no hubiera vivido lo que viví. Porque son muchas horas perdidas, inertes, en las que vos le das vuelta a la cabeza, entrás a discutir, a hacerte preguntas que ni encontrás las respuestas», explicaba el exguerrillero en el libro autobiográfico ‘Mujica por Pepe’.

Tras su salida de prisión, en 1985, lo primero que hizo fue visitar a su madre, y por la noche se reencontró con su pareja, la exguerrillera Lucía Topolansky, también recién salida de prisión. Se dedicó a plantar y vender flores y apostó a la militancia política desde la legalidad, dentro del Frente Amplio, coalición de izquierdas fundada en 1971 y que llegó al poder por primera vez en 2005, con el Gobierno del socialista Tabaré Vázquez, en el que Mujica se desempeñó como ministro de Agricultura.

Ya en las elecciones de 2009, las urnas lo eligieron presidente para el periodo 2010-2015, cinco años caracterizados no solo por su particular forma de ser, de vivir y de expresar, sino por cambios sociales como la regulación del matrimonio homosexual y del cultivo de la marihuana, y de gestos humanitarios, como la acogida de refugiados sirios y de presos de Guantánamo. Anteriormente, en 1995 fue elegido diputado y en 2000 senador.

Conocido como «el presidente más pobre del mundo», durante sus cinco años de mandato Pepe Mujica donó a causas sociales 550.000 dólares, de los que 400.000 fueron a parar a un plan de viviendas sociales creado en 2010. El resto lo destinó al partido, el Frente Amplio.

Raíces vascas

Francisco Mujica Yeregui, vecino de Tolosa y bisabuelo de Pepe, emigró a Uruguay a mediados del siglo XIX, aunque el apellido Mujica (o «Muxika»), en el caso del expresidente, procede de Astigarreta, un pequeño barrio rural de Beasain, tal como recoge el trabajo realizado por Mikel Prieto, autor del árbol genealógico de Pepe Mujica. Durante las primeras generaciones, el euskara continuó siendo la lengua de la familia Mujica, ya que el abuelo del expresidente, José Cruz Mujica Cipriani, aprendió el idioma de su padre, según confirmó su nieto años después.

Pepe Mujica llevaba sangre vasca y, como descendiente de vascos, amaba este país. Diversas fueron las visitas de Mujica a Euskal Herria con el objetivo de seguir la pista de sus antepasados. La primera, en junio de 2013, cuando todavía ejercía el cargo de presidente de Uruguay, Mujica visitó Muxika, pueblo del que, probablemente, proceda su apellido. «Pienso que debían haber estado muy mal mis antepasados para que se fueran de semejante país tan hermoso», dijo el entonces todavía mandatario en medio de un sentimiento de «alegría, tristeza, nostalgia, todo junto… muchas cosas». Durante la primera semana que Pepe Mujica pasó en Euskal Herria tuvo tiempo de conocer al lehendakari Iñigo Urkullu, visitar la Casa de Juntas de Gernika, conocer la experiencia cooperativista de Arrasate o conversar con la comunidad uruguaya de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

De su segundo viaje, en el que, entonces sí, visitó Astigarreta, Mujica sacó una conclusión: «No hay que confundir vasco y español, el aspecto vasco es predominante». Y es que, una vez retirado de sus funciones de presidente, Mujica se dedicó a conversar con distintos personajes políticos en su chacra a las afueras de Montevideo, por donde en 2017 pasó el secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi. Durante una visita a Uruguay junto al responsable del área internacional de Sortu, Gorka Elejebarrieta, Otegi mantuvo un distendido intercambio de ideas más de dos horas con Mujica y Lucía Topolansky. «Hemos hablado de la vida y hemos aprendido de dos grandes sabios», resumía Otegi. La relación entre ambos líderes políticos venía de atrás, ya que durante su periodo en prisión el presidente uruguayo fue uno de los firmantes del manifiesto ‘Libertad para Arnaldo Otegi; presos vascos a casa’.

Unos años más tarde, volvían a reunirse, esta vez de forma telemática, con motivo de la presentación del libro ‘Semillas al viento’, recopilatorio de conversaciones políticas con el exguerrrillero escrito por los periodistas Mario Mazzeo y Carlos Martell, y cuyo prólogo se encargó de firmar Arnaldo Otegi. Mujica, ya retirado, conectó desde Montevideo con NAIZ Gunea de Donostia para, con la calma que lo caracterizaba, lanzar algunas reflexiones sobre el papel de los jóvenes en la causa revolucionaria: «Pienso que la lucha es eterna; vivir sin causa no es vivir. El papel de una generación de luchadores es tratar de que cuando se vayan sean suplantados con ventaja. Y que las nuevas generaciones cometan errores, porque todo trabajo de experimentación social supone errores, pero que cometan los errores de su tiempo, no los nuestros».

Retiro y enfermedad

Tras su periplo como presidente y posterior retiro de cinco años, Mujica regresó a la política como senador entre febrero y octubre de 2020, aunque, coincidiendo con la pandemia de covid-19, después de solo ocho meses renunció a su cargo. «Me encanta la política, pero más me encanta no morirme», dijo entonces el exprisionero político.

El 30 de abril de 2024, el propio Mujica anunció que padecía de cáncer de esófago, una enfermedad de difícil tratamiento debido a los problemas inmunológicos que el expresidente uruguayo padecía, a los que cabía sumar una insuficiencia renal. Finalmente, el pasado mes de enero, comunicó que el cáncer se había extendido al hígado que no recibiría más tratamientos: «No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta», señaló sobre la enfermedad que finalmente se ha llevado a los 89 años a un hombre comprometido con su pueblo, su país y, también, con la Euskal Herria de sus antepasados.