Los grupos municipales de PNV, PSE, EH Bildu y Podemos en Bilbo han acordado que el pleno del Ayuntamiento «acompañe» a las federaciones deportivas vascas que, «voluntariamente y dentro de sus marcos autorregulatorios privados» decidan promover la «oficialidad internacional».

Quizá sean unas frases algo rebuscadas para decir de otra manera que apoyan la oficialidad de las selecciones vascas. El texto ha sido presentado por Alfonso Gil, portavoz del PSE y teniente de alcalde. Y es que el apoyo de esta formación, que gobierna tanto en Lakua como en Madrid, supone una gran novedad. Quizá se puede hablar de histórico, pero escuchando los matices de Gil habrá que ver en qué queda.

Después de que en el pleno de febrero se retirara una propuesta del PP para apoyar la Eurocopa y no tener que debatir sobre la oficialidad de las selecciones vasca, EH Bildu ha vuelto a llevar en marzo una nueva iniciativa reclamando a los grupos municipales que mostraran su respaldo a la petición cursada por la Federación vasca de fútbol para ser miembro de FIFA y UEFA. La coalición soberanista se ha mostrado satisfecha con la aprobación de la enmienda y la portavoz Jone Goirizelaia ha regalado una camiseta de la iniciativa Gu ere Bai! al alcalde Juan Mari Aburto y a Alfonso Gil del PSE.

Y es que, mientras San Mamés será sede de la selección española en el torneo europeo, el Ejecutivo de Lakua que conforman los mismos partidos que gobiernan en el Ayuntamiento de Bilbo ha respaldado la petición de la federación de fútbol.

¿Cambio de discurso en Madrid?

El tiempo dirá si este acuerdo se queda en palabras para salir del paso o tiene un recorrido más ámplio. El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rpdríguez Uribes, sorprendía ayer en su comparecencia en el Congreso al confirmar que existe un acuerdo con el PNV para promocionar la presencia internacional vasca, aunque matizaba que «otra cosa es cómo se debe hacer y que se concrete en función de los límites normativos nacionales e internacionales».

Hace un mes su discurso fue distinto, y por mucho que el PNV citara un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez, dejaba claro que no contempla abrir cauces a las selecciones vascas en el ámbito internacional. Desde la Federación española también se mostraron contrarios a facilitar la entrada en UEFA y FIFA y argumentaron que no se cumplen los requisitos para ser admitidos.

El acuerdo de Bilbo sirve para constatar que, salvo la extrema derecha española en este caso representada por el PP, al resto de grupos cada vez les es más complicado oponerse a la participación de las selecciones vascas en el ámbito internacional. Otra cosa es, y queda en evidencia, que cada grupo político tiene sus anhelos, tiempos y condicionantes.

A la espera de la Eurocopa

Detrás de este debate sobre la oficialidad se encuentra también la celebración de la próxima Eurocopa. Por el momento, la UEFA ha ratificado a Bilbo como una de las sedes del torneo y el Consistorio se ha gastado 1,3 millones de los 5 millones presupuestados. La decisión definitiva se tomará en abril y la organización exige que se pueda albergar público en los estadios. Un factor que puede hace que la candidatura de San Mamés sea descartada por incidencia de la pandemia.

El Gobierno de Lakua se ha opuesto a permitir la entrada de aficionados cuando se ha solicitado desde el ámbito federativo, al igual que se posicionó en contra de que se pudiera asistir a la final vasca de Copa en La Cartuja.

Por otro lado, en la previa del partido de hockey entre Reus y Barcelona realizaron una protesta contra la Eurocopa en San Mamés. En el derbi entre Athletic y Eibar cayó un dron con una bandera que mostraba su rechazo al torneo.