
El Athletic vuelve a depender de sí mismo para entrar en Europa a falta de tres jornadas. Los resultados de los rivales y su triunfo en San Mamés le han aupado a la séptima posición que da acceso a la Conference League. Cuenta con dos puntos de ventaja con respecto a Girona y Sevilla, rivales ante los que tiene el golaveraje perdido, y a tres de distancia se encuentra Osasuna. El jueves visita El Sadar a las 21.30 horas en un derbi que se presenta apasionante y con ganas de revancha tras caer en las semifinales de Copa. El Rayo queda ya a cuatro puntos y el Mallorca se ha descolgado a seis puntos de los rojiblancos.
El panorama ha cambiado por completo después de una semana dura. La goleada encajada en Villarreal hizo daño y el equipo recibió críticas severas al encadenar una racha de cuatro partidos sin ganar que ha complicado las aspiraciones europeas. En una temporada marcada por los altibajos, el esprint final llega cargado de emociones.
El Athletic no ofreció su mejor imagen ante el Celta y la falta de animación en la grada popular repercutió en el ambiente en el estadio. La protesta de Iñigo Cabacas Herri Harmaila puso en evidencia la labor que hacen. Recuperar la sintonía para el último partido en San Mamés de esta temporada debería ser una prioridad para el club.
Al contrario que en otras ocasiones el conjunto rojiblanco estuvo muy acertado ante la portería rival. Los goles de Iñaki Williams y Berenguer sirven para recuperar la calma y confiar en las posibilidades del equipo. Juntando a Muniain y Sancet en la línea de creación, el conjunto rojiblanco volvió a la senda de la victoria. Las ausencias en una defensa sin Iñigo Martínez ni Yeray se notan mucho. Además, Herrera y Dani García cayeron lesionados. Parece difícil que puedan jugar en las últimas tres jornadas y el equipo no va sobrado en cuanto a efectivos.
La consecución del objetivo europeo condicionará la confección de la plantilla del próximo curso, según ha dejado entrever el presidente Jon Uriarte en sus últimas apariciones. El futuro de veteranos como Raúl García y De Marcos sigue pendiente de resolver al igual que el de Oier Zarraga. También acabará pronto el culebrón sobre Iñigo Martínez. El de Ondarroa tendría un acuerdo con el Barcelona, aunque desde el club rojiblanco se ha esquivado dar explicaciones. No será sencillo cubrir su marcha, salvo que regrese Laporte. El central ha perdido protagonismo en el Manchester City y podría buscar un cambio de aires.
El silencio impera en la gestión de una Junta que la semana pasada tuvo que salir al paso de unas declaraciones desafortunadas de una directiva en la inauguración de una peña en Castellón. Goizalde Santamarina llegó a decir que a Uriarte le estaba costando implementar su proyecto en el club por las «trabas» de los trabajadores.
No concretó a qué áreas ni qué personal se refería, pero al de pocos días el club difundió una noticia en la que aseguraba que ya se habían puesto en marcha el 60% de las acciones previstas en el plan estratégico que hicieron público en febrero. Tampoco se especificaron las medidas adoptadas y se dejó para más adelante una explicación en profundidad.
Una forma de actuación similar a la postura mantenida con el descalabro del Bilbao Athletic. Han anunciado la comparecencia de los responsables deportivos del club para el próximo 30 de mayo. El descenso del filial ha puesto de manifiesto una gestión nefasta por parte de la directiva. No se acertó en la confección de la plantilla para una categoría tan competitiva como la Primera Federación ni tampoco en los entrenadores escogidos.
Bingen Arostegi fue destituido por los problemas clasificatorios a mitad de curso y su sustituto ha seguido hasta final de temporada, a pesar de empeorar los resultados. La apuesta por Álex Pallarés, que no tenía ningún vínculo con el club ni con el fútbol vasco más allá de su relación con Sergio Navarro, coordinador de Lezama, ha fracasado.
El técnico catalán lamentaba tras la última derrota frente al Eldense que desde navidades eran conscientes de que iban a perder la categoría y que no se reaccionó. Pallarés ha querido aclarar sus manifestaciones esta mañana diciendo que no era una crítica al club.
El club ya estaría inmerso en la preparación de la próxima temporada en Segunda Federación y ha comunicado que Pallarés no seguirá. Tampoco contará con Mikel Goti, máximo goleador de la última campaña con cinco tantos. El de Gorliz no seguirá en Lezama y, según han apuntado distintos medios, recalará en el Sanse.
El director deportivo Mikel González no quiso darle mayor importancia a esta marcha en unas declaraciones en DAZN en las que afirmaba que «nosotros en todo el mercado de Euskal Herria nos sentimos muy fuertes» y que «todos los jugadores que aspiramos a tener en el Athletic estamos siendo capaces de que continúen en el club o que se incorporen».
Según se ha publicado, el conjunto rojiblanco ha fichado a Ugaitz Quevedo para la próxima temporada procedente del Villarreal juvenil. Nacido en 2006, es de Basauri y juega en la posición de extremo.

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