Dominio incontestable de un voraz Pogacar que ambiciona batir todas las marcas históricas
Tadej Pogacar no parece tener límites, ni tampoco la ambición que exhibe en cada carrera. Su 2025 ha sido inmaculado, ha dominado el calendario de las grandes pruebas con mano de hierro y no parece que vaya a detenerse hasta batir todas las marcas históricas del ciclismo masculino profesional.
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Quitando algunas pruebas de menor nivel que todavía quedan por disputarse, el Giro de Lombardía dio prácticamente por finiquitada la temporada de ciclismo masculino profesional con un claro dominador, el esloveno Tadej Pogacar, cuyo estado físico y ambición no parecen tener límites en su objetivo de batir las marcas históricas de esta modalidad deportiva.
Su dictadura ha sometido de principio a fin. Comenzó con el Tour de UAE en febrero y ha terminado precisamente con el Giro de Lombardía, dejando patente que su estado de forma no conoce de bajones. Entre medio, triunfos de gran prestigio, como su cuarto Tour, su segundo Mundial en Ruta consecutivo, primer Europeo en ruta, la Strade Bianche, el Tour de Flandes, la Flecha Valona, la Lieja-Bastogne-Lieja y el Dauphine. Casi nada.
Al igual que lo hacía Eddy Merckx, se ha desenvuelto con autoridad en todos los terrenos, dejando patente que su codicia no tiene techo e igualando al Caníbal en ser el segundo ciclista que gana tres de los cinco Monumentos en una misma temporada. Solo Mathieu Van der Poel ha logrado hacerle sombra, arrebatándole la Milán-San Remo y la París Roubaix.
Pogacar finalizó tercero en la ciudad italiana y segundo en la prueba por excelencia del pavés, lo que le ha convertido en el primero en terminar en el podio de los cinco Monumentos en una misma campaña. Además, nunca en la historia del ciclismo se habían repartido ese quinteto de victorias entre dos corredores.
UAE ha sido el otro gran triunfador del curso. A expensas de lo que pueda ocurrir en las carreras que restan, el equipo del fenómeno esloveno ha sumado nada menos que 94 victorias en el calendario UCI y podría acercarse al centenar, superando con creces el récord de 85 que tenía HTC-Columbia en 2009.
Una cifra que refleja la voracidad de la escuadra de los Emiratos, pero también despierta hastío entre el resto del pelotón, como lo manifestó este pasado domingo Christian Scaroni, del Astana, al asegurar que era una «decisión poco humana» el que UAE quisiera copar todo el podio del Trofeo Tessile & Moda, en el Piamonte italiano.
A menos de la mitad –39– se ha quedado la escuadra que estaba llamada a ser su gran competidora, Visma. Su líder, Jonas Vingegaard, se tuvo que conformar con La Vuelta –y no sin ciertos problemas por el empuje de Joao Almeida– ante la imposibilidad de seguir el golpe de pedal de Pogacar en el Tour, la gran cita entre ambos.
Brotes verdes
Todavía menos pudo concretar sus expectativas Remco Evenepoel, al que al menos le quedó el consuelo de hacerse con el oro mundial en contrarreloj, doblando al todopoderoso balcánico. Por otro lado, el mencionado Almeida e Isaac del Toro han sido algunos de los brotes verdes de la temporada.
A sus 27 años, el luso se hizo con la Itzulia, Tour de Romandia y Tour de Suiza, en lo que ha sido su mejor temporada. El mexicano, por su parte, se quedó a las puertas de una primera grande, un Giro que le acabó birlando el británico de Visma Simon Yates en una estrategia de UAE cuando menos inusual.
Demasiado gallo para un mismo corral, en el que manda el talonario, pero del que algunos ya han forzado su salida, como es el caso de un Juan Ayuso que fue de más a menos –empezó fuerte ganando la Tirreno Adriático, pero decepcionó en el resto del calendario– y el que protagonizó la polémica más sonada, con comunicados e intercambio de reproches mutuos entre el corredor y su equipo.
Giulio Pellizzari, Florian Lipowitz, Oscar Onley, Lenny Martinez, Kevin Vauquelin y Matthew Riccitello son algunos de los nombres de los jóvenes valores que ya han comenzado a despuntar en 2025 y cuya evolución habrá que seguir muy de cerca en los años venideros.

También entre el ciclismo vasco aparece una nueva generación de talentos que puede dar que hablar a futuro. Markel Beloki, que se estrenó haciéndose con la general en el Tour de Alsacia; Igor Arrieta, que hizo lo propio en Ordizia, o Haimar Etxeberria, con su primera victoria en la Clásica Castilla y León, vienen pegando fuerte para intentar hacerse un hueco entre el pelotón profesional.
Todo hará falta para relevar las retiradas de ilustres como Jonathan Castroviejo u Omar Fraile, mientras que Mikel Landa, que no pudo brillar como quisiera por su funesta caída en el Giro, Ion Izagirre y Pello Bilbao prometen seguir dando batalla en las carreteras.
A nivel de conjuntos, han respondido Caja Rural y Kern Pharma –este último tocado por quedarse fuera de la selección de La Vuelta tras sus grandes resultados en dicha ronda en 2024–, mientras que Euskaltel ha puesto el contrapunto al no poder sumar los puntos necesarios para correr grandes vueltas en 2026.
Exitoso regreso de Ferrand-Prévot
En el apartado femenino, la gran triunfadora de la temporada ha sido Pauline Ferrand-Prévot. Única persona en la historia del ciclismo que ha sido campeona mundial en ruta, ciclocross y mountain bike, decidió centrarse en dicha modalidad, además de superar lesiones y varias operaciones por una endofibrosis.
Su oro olímpico en los pasados Juegos de París le animó a regresar a la carretera siete años después, con 33 de edad, y su vuelta no ha podido ser más exitosa. Se hizo con el Tour, dejando patente sus superiores condiciones como escaladora, y también con la París-Roubaix.
Otra vuelta sonada ha sido la de Anna Van der Breggen a sus 35 años y después de haber ejercido como directora del SD Worx, escuadra que ha visto cómo su tradicional dominio, tras la salida de Demi Vollering, Marlen Reusser y Niamh Fisher-Black, se ha diluido en beneficio de otros equipos.
Precisamente, la ciclista neerlandesa se hizo con La Vuelta, mientras que Elisa Longo Borghini hizo lo propio con el Giro y Lorena Wiebes se coronó como la reina de las clásicas, venciendo en la Milán-San Remo, la Clásica de Brujas y la Gante-Wevelgen, todas ellas en apenas una semana de marzo.

El contrapunto lo puso la mala campaña de Lotte Kopecky, que solo ha subido en 2025 a su palmarés el triunfo en Flandes y la crono del campeonato belga, un resultado escaso para una ciclista que está muy acostumbrada a levantar los brazos en la línea de meta.
Por otra parte, el gran sorpresón del curso lo protagonizó Magdeleine Vallieres. Contra todo pronóstico, la corredora canadiense se hizo con el arcoíris en la prueba en ruta –su segundo triunfo particular del año–, demostrando tener mejores piernas que Fisher-Black y Mavi García en esa jornada.
En lo que se refiere a nuestras ciclistas, mención especial al gran papel de Paula Ostiz en dichos campeonatos mundiales en la categoría junior. La navarra se hizo con el oro en ruta y la plata en crono, además de sendos oros en los Europeos y el Tour de Flandes junior, dejando claro que sabe manejarse en todos los terrenos y que apunta como una gran corredora de futuro, al igual que Irati Aranguren y Maite Urteaga, llamadas a tomar el relevo.
Les deja un hueco Ane Santesteban, que se retira de las carreteras después de haber sido la mejor vasca en los últimos 15 años. Por su parte, Usoa Ostolaza firmó una muy buena Vuelta, resultó segunda en la montaña del Giro y logró cuatro victorias en carreras menores, con la espina de no estar a la misma altura en el Tour.